
Aunque el "shock" cultural al llegar a China no haya sido nada de lo que me había imaginado, sí hay algunos detalles del día a día que me siguen sorprendiendo.
- El sistema de pago de ELECTRICIDAD, por ejemplo, es uno de ellos. Cada inquilino controla facilmente su gasto, porque la cuenta de luz no se paga al mes o a través de recibos, sino con una tarjeta que se recarga en el banco. En los pasillos de cada edificio de viviendas existen pequeños buzones con el número de cada apartamento, con un contador y una fina apertura en la que se mete la tarjeta, que contiene un chip. Tras la recarga en el banco, según el valor que se haya pagado, las unidades de luz se transfieren al contador al insertar la tarjeta. Y ya está.
Pero las apariencias engañan y no hay que fiarse de este curiosos sistema. Después de ir al banco y recargar (el importe máximo son 20€) la tendencia es olvidarse de la cuenta de la luz, hasta que un día, tras la jornada laboral, cuando los bancos ya están cerrados y la recarga es imposbile, llegas a casa y te encuentras a oscuras. En estos casos, una linterna y un par de velas suelen resolver el problema temporal. Los inconvenientes reales surgen cuando se trata de un fin de semana o tras un viaje. La comida descongelada y los restos en la nevera, tras días sin electricidad, pueden dejar la casa con un olor algo desagradable...
- Otro caso es el de LAS DUCHAS, sistema que no me parece demasiado inteligente. En muchas casas chinas y hasta en algunas más "internacionales" u "occidentales" las duchas no tienen ningún tipo de divisoria en el baño, ninguna mampara o cortina. Simplemente la ducha, colgada de la pared, encima del resto del baño. O sea, que cuando uno se ducha, termina mojando todo: taza del baño, encimera, lavabo, armarios, productos de belleza o lo que se encuentre en el reducido espacio. Es una manera poco práctica de mantenerlo todo cosntantemente limpio, pero también constantemente mojado. Afortunadamente en mi casa, los ingenieros se lo pensaron dos veces y una mampara de cristal evita que mi baño se parezca a una piscina pública tras cada ducha...
- Y LAS ESCOBAS, que son todas demasiado pequeñas. El palo no mide más de 65 centímetros y el recogedor, lo mismo. No entiendo el estándar, porque en ninguna otra tienda, local o internacional, he encontrado palos más largos. En general, las escobas y los recogedores se venden juntos. Los hay de diferentes colores y formas, pero aparentemente no de diferentes tamaños. No sé a qué se debe la medida, porque aunque los chinos tengan fama de bajitos, tampoco es que sean tan pequeños y a las pobres amas de casa chinas les debe doler la espalda de tanto agacharse para limpiar el polvo!
Con el tiempo, seguro que tendré más curiosidades incomprensibles que contar para otros días y, quizá, hasta le encuentre la explicación a alguna de ellas...
- El sistema de pago de ELECTRICIDAD, por ejemplo, es uno de ellos. Cada inquilino controla facilmente su gasto, porque la cuenta de luz no se paga al mes o a través de recibos, sino con una tarjeta que se recarga en el banco. En los pasillos de cada edificio de viviendas existen pequeños buzones con el número de cada apartamento, con un contador y una fina apertura en la que se mete la tarjeta, que contiene un chip. Tras la recarga en el banco, según el valor que se haya pagado, las unidades de luz se transfieren al contador al insertar la tarjeta. Y ya está.
Pero las apariencias engañan y no hay que fiarse de este curiosos sistema. Después de ir al banco y recargar (el importe máximo son 20€) la tendencia es olvidarse de la cuenta de la luz, hasta que un día, tras la jornada laboral, cuando los bancos ya están cerrados y la recarga es imposbile, llegas a casa y te encuentras a oscuras. En estos casos, una linterna y un par de velas suelen resolver el problema temporal. Los inconvenientes reales surgen cuando se trata de un fin de semana o tras un viaje. La comida descongelada y los restos en la nevera, tras días sin electricidad, pueden dejar la casa con un olor algo desagradable...
- Otro caso es el de LAS DUCHAS, sistema que no me parece demasiado inteligente. En muchas casas chinas y hasta en algunas más "internacionales" u "occidentales" las duchas no tienen ningún tipo de divisoria en el baño, ninguna mampara o cortina. Simplemente la ducha, colgada de la pared, encima del resto del baño. O sea, que cuando uno se ducha, termina mojando todo: taza del baño, encimera, lavabo, armarios, productos de belleza o lo que se encuentre en el reducido espacio. Es una manera poco práctica de mantenerlo todo cosntantemente limpio, pero también constantemente mojado. Afortunadamente en mi casa, los ingenieros se lo pensaron dos veces y una mampara de cristal evita que mi baño se parezca a una piscina pública tras cada ducha...
- Y LAS ESCOBAS, que son todas demasiado pequeñas. El palo no mide más de 65 centímetros y el recogedor, lo mismo. No entiendo el estándar, porque en ninguna otra tienda, local o internacional, he encontrado palos más largos. En general, las escobas y los recogedores se venden juntos. Los hay de diferentes colores y formas, pero aparentemente no de diferentes tamaños. No sé a qué se debe la medida, porque aunque los chinos tengan fama de bajitos, tampoco es que sean tan pequeños y a las pobres amas de casa chinas les debe doler la espalda de tanto agacharse para limpiar el polvo!
Con el tiempo, seguro que tendré más curiosidades incomprensibles que contar para otros días y, quizá, hasta le encuentre la explicación a alguna de ellas...